miércoles, 10 de diciembre de 2014

LA CARCEL, MEDIDA ANACRONICA E INHUMANA... Y EN COLOMBIA MÁS

El Pandemononium o la capital del infierno está más cerca de lo que creemos... y si es en Colombia está aquí al lado.

Aún en pleno siglo XXI la humanidad no ha podido encontrar una sanción penal diferente a la carcel, la cual en la antiguedad era considerada tan inhumana que solo era un lugar de paso, por eso "la cárcel debe ser tenida para custodiar a los hombres, no para castigarlos" Ulpiano...
Y decimos que hemos avanzado.

La carcel, la medida que los Jueces le aplican a las personas es por naturaleza y escencia injusta e inhumana, ellos (los Jueces) como acto soberano de justicia deberían desobedecer la ley penal y no volver a aplicarla, salvo para casos especiales de defensa de la comunidad que exijan aislamiento temporal mientras se le determina la medida a aplicar.

Dentro de cada uno de nosotros se agita la fuerza del dragón que pretende hundirnos; ella nos pretende succionar hacia el descenso. La lucha de por si dificil, en la carcel está perdida. Ella es el lugar favorito del mal, alli la humanidad es botada a la basura y el espiritu humano es rebajado al averno más bajo, confinandolo a un inaccesible precipicio moral. El delincuente, el humano que falló, se recarga del mal, del atraso; las fuerzas aniquiladoras del Yo espiritual florecen.

El Angel luminoso, el cual está en todos, es extraditado y su misión cosmica embolatada por el cruel carcelero. Triunfa el Dragon, una y otra vez. Allí, en la carcel, con la complicidad y la ignorancia de todos. La luz no penetra semejante tumba espiritual y solo la esperanza remota, acompaña al ser humano sometido, agradeciendole éste, a Pandora, su reacción de cerrar la caja rapidamente... solo le queda un poco de eso. La misión cosmica es castrada, cegada su luz, absorbida en la oscuridad más recalcitrante. La libre resolución, no es controvertida y analizada. En semejante lugar, la conciencia es rebajada a limites insospechados por nuestra arqueología.

Desde ese lugar escribe un ser humano, en una hojita de papel periódico, la cual me fue entregada por una mujer, a la que le vi su dolor sin mucho esfuerzo, con seguridad el mutilado era su hermano, ella me entregó el papel con revancha y esperanza, como parte del coctel contradictorio que es nuestra sociedad. A ella y a él les digo, que me llegó, y pretendo que llegue a más a través de este humilde Blog, confiando, yo con ellos, en el comienzo de una reflexión que supere las propuestas "novedosas" de nuestros "lideres", de hacer nuevas carceles como solución penitenciaria estructural.

Él nos dice:

"Sea este un buen momento para saludarlos, hoy desde otra dimensión y dentro de la misma ciudad, un nuevo estado, me encuentro detenido en el tiempo y en el espacio mientras afuera de la cárcel la vida sigue corriendo, detenido, suspendido, no cambio, pero si empeoro tanto de salud como de pensamiento., aquí adentro me deterioro física como moralmente, me vuelvo inútil. En el plano comparativo es como si los que estuvieran en la ciudad hicieran parte de un almacén de prendas finas e impecables y a las prendas que por cualquier circunstancia se ensucian, las colocan en unos baldes deteriorados, mal olientes y olvidados.
Lo ideal sería que a esas piezas sucias las pusieran en remojo, les dieran varias juagadas y estregadas hasta que estuvieran en condiciones de secado y planchado para poder ir nuevamente al almacén a ser exhibidas con orgullo frente a las demás prendas.
Que tristeza tan grande ver que pasan los días, meses y años y seguimos siendo los mismos trapos sucios tirados y relegados en el mismo balde mal oliente del rincón, compartiendo manchas, mugre, hongos, malos olores, necesidades básicas sanitarias y de salud, viendo como se deshilachan nuestras texturas, es desconsolador ver como se incrementan penas y delitos y no se hace nada por el ser humano equivocado y en desgracia como son los detenidos, sindicados y condenados de las diferentes cárceles, estaciones de policía y calabozos de nuestra ciudad.
Nuestras familias purgan unas penas similares o iguales, la esposa es despedida de su empleo al saber que su marido es un delincuente, el casero les hace desocupar su vivienda, y todos los hombre que se cruzan en el camino con nuestras esposas las ven como viudas u objetos sexuales discriminándolas por tener un esposo en la cárcel, nuestros hijos sufren también su propio infierno al interior de las escuelas la burla y la humillación por tener su padre o madre en un centro carcelario.
A todas nuestras familias les toca la penosa y humillación de semana tras semana de venir a visitarnos y conocer de primera mano las condiciones de hacinamiento, insalubridad y profunda indignación en la que cohabitamos todos los detenidos y condenados al interior de estos centros carcelarios.
Con la familia se vive una condena compartida de dolores, penurias y necesidades, mientras tanto vemos a los senadores inventando leyes, y reformas al sistema penitenciario al vaivén de la opinión publica, buscando de manera mezquina no la justicia sino el protagonismo detrás de un voto a cambio de lo que sea, incluso menospreciando la constitución de nuestro país, encarcelando almas a través de falsos positivos y condenando personas por el más mínimo error.
Nosotros como delincuentes, reconocemos y estamos dispuestos a pagar nuestros errores pero en condiciones justas, y eso significa recibir formación que nos lleve a una resocialización que nos proponga no repetir ni volver a caer en la ilegalidad, pero si pedimos y deseamos de corazón que la ley y la justicia se vuelvan a encontrar, que las cárceles nos resocialicen, que las leyes como la 1453 sean revisada en su inconveniencia, la ley más fascista y desfasada que hay que nos miren como hombre que merecemos una oportunidad de encajar nuevamente en una sociedad a la que defraudamos y ahora nos estigmatiza por ser reos, queremos que este país vea que somos parte obligada de un futuro, con el apoyo de todos sería un futuro más prometedor a que solo se nos mire con desprecio y exclusión.
Ustedes tienen las herramientas para que los medios, los legisladores, y el pueblo nos escuchen y entiendan el sentir de los reclusos que sueñan con un futuro posible."


Es hora pues de repensar la sanción penal. La cárcel, solo se debe aplicar por necesaria defensa de la sociedad en casos excepcionales.
¿pena de muerte física en vez de tortura moral perpetua o por largos años? ... tal vez en algunos pocos casos... Escasos estos también, como en los que se tendría que aplicar la cárcel. La pena de muerte y la cárcel deberían de ser excepcionales en vez de ser reglas comunes.
No se quiere con este escrito, ni mucho menos, la abolición de la sanción penal, ni la impunidad, simplemente se propone la abolición de la cárcel como medida punitiva para la generalidad de los humanos que cometieron errores considerados delitos por la colectividad. La cárcel, solo como un paso previo a la verdadera pena. Para muchos actos delictuales el trabajo comunitario, forzado en un comienzo, pero acompañado de educación y formación ejemplarizante, con seguridad será mucho más eficaz. Las medidas nos obligan alto ingenio... por eso me son tan seductoras.

sábado, 26 de abril de 2014

POLITICA CAFETERA... DESACIERTOS, PECADOS Y NEGOCIADOS

Dada la sequía de propuestas sobre el desarrollo agrícola, no había vuelto a escribir nada en mi Blog, pues mi último artículo tenía una pertinencia y urgencia total. Sin embargo la inminencia de una nuevo paro y un email enviado por un primo, me pican de nuevo el teclado y me hacen escribir más sobre el Agro y particularmente sobre el Café exponiendo soluciones prácticas a tan penosa situación.

El café en Colombia es la fiel muestra de como no se deben hacer las cosas en el mercado.

Con el café se han socializado las utilidades y privatizado las perdidas. Los cafeteros anteriormente ricos, dueños de la Flota Mercante Gran Colombia, Bancafé, Concasa, Supermercados El Cafetero, etc... ahora se encuentran mendigando PIC o AGCs. Los subsidios añorados por los agricultores, son paliativos costosos para el Estado y que se prestan para componendas y corrupción en un país politiquero y mermeladero como el nuestro. Más que subsidios considero más efectivos los seguros cafeteros que cubran riesgos climáticos, fitosanitarios, de producción y bajas de precios por especulación bursátil o por acciones de las transnacionales de los alimentos. Los subsidios en un país como el nuestro solo pueden ser coyunturales respecto a problemas del mercado que lleguen artificiosamente a hacer bajar el precio.

Los alivios de deudas deben ser para situaciones extraordinarias generalizadas. Aliviar las deudas de morosos es premiar a los que por alguna razón incumplieron y desfavorecer a quienes hicieron el esfuerzo de pagar, incluso adquiriendo otros créditos. Existe una institución jurídica en el derecho comercial que permite solucionar problemas de los negocios en el tiempo, que se denomina Teoría de la Imprevisión. Es mejor adaptar esta institución a las situaciones agrícolas y en especial a las cafeteras para permitirle salidas dignas a los deudores con las instituciones bancarias, otorgándoles el derecho a los deudores financieros a reestructurar sus deudas en plazos, tiempos y periodos de gracia cuando se presenten situaciones calamitosas exógenas en las que no tenga que ver la actividad del agricultor como tal. Debe ser un derecho del empresario cafetero no una dádiva del político.

Existe también en nuestro derecho lo que se conoce como tasa de interés civil (muchisimo más baja que la comercial o financiera). Dicha tasa no solo es apta para los cafeteros sino para todos los agricultores e inclusive para todos los microempresarios y emprendedores. Nuestro país sometido al poder de grupos económicos dueños de la Banca, se encuentra abusado por sus exorbitantes márgenes y por su posición dominante, violado diariamente con tasas comerciales de usura. Los créditos más costosos en nuestro país, son los de los microempresarios, lo cual es una abominación. La regulación a la Banca es un tema a tratar como política gubernamental, pero como no es lo que nos ocupa, retomemos a nuestro asunto: Debe el Estado a través de sus instituciones financieras (Banco Agrario) marcar la pauta en tasas de crédito especiales para agricultores, microempresarios y emprendedores. La cuantía debe ser la tasa de interés civil, sin requisitos de experiencia crediticia, sin tener en cuenta reportes negativos pasados, ni requerir un suficiente respaldo patrimonial. Se deben en estas modalidades de crédito especial, tener en cuenta la idea misma, su viabilidad y la estructuración factible del negocio a futuro, más que los hechos del pasado o el respaldo patrimonial. Sin dinero que dinamice a los débiles, no habrá real democracia en nuestro país, ni desarrollo del campo, ni de las MIPYMES, simplemente se seguirá consolidando el poder económico de la élite, aquella que han defendido y para la que han gobernado todos los presidentes Colombianos del pasado.

Algunos han propuesto el control de precios de los fertilizantes e insumos. La única forma de lograr este objetivo o promesa, es para los cafeteros que se pasen a la agricultura ecológica u orgánica. Los de la agricultura convencional que están sometidos a los insumos del los derivados del petróleo, manejados especulativamente por los “inversionistas” extranjeros; ellos tendrán que seguir pagando el 100% y más. La situación mundial del petróleo, su escasez, su volatilidad de precios dada la ubicación de las principales fuentes, la calidad monopólica de las empresas extractoras y comercializadoras mundiales, no dejan más que esperar. Eso sin contar que se está llegando al pico de la producción del petróleo. Todo ello, más los negociados aberrantes y especulativos de los mercados bursátiles, convierten a esta promesa en solo eso… una promesa gubernamental o electoral. El Presidente y menos el Ministro de Agricultura de Colombia no tiene poder alguno sobre semejantes monstruos postmodernos.

Llover sobre mojado eso son las timidas propuestas del presidente candidato y de los demás candidatos a la presidencia. Resulta extraño que cuando se es candidato y presidente candidato, se piense diferente a cuando se es Ministro de Hacienda, los cuales se dedican a promover impuestos a diestra y siniestra y ser la encarnación del odioso recaudador medieval, cuando no a frustrar ideas de los pacatos Ministros de Agricultura. Los impuestos son una institución anacrónica del estado Moderno, herencia nefasta del pasado. Los impuestos del futuro civilizado y humanista (el cual espero no tarde mucho) se deben aplicar principalmente a los movimientos financieros y bursátiles nacionales e internacionales, nunca a las empresas que generan riqueza, empleo, bienestar, desarrollo social. Eso si, siempre y cuando dichas empresas no produzcan efectos dañinos en el medio ambiente. Si no cumplen con todas las anteriores condiciones, se les irá aplicando porcentajes de impuestos de acuerdo a su incumplimiento y a la consecuencia de su daño. Esto si sería algo novedoso que revolucionaría al sector productivo y al sector real de la economía, dentro del cual se encuentran los cafeteros… además de solventar la deuda social deficitaria. Así las cosas, los cafeteros ecológicos u orgánicos estarían libres de cualquier carga tributaria, los demás, solo en la medida de su incumplimiento a las condiciones de exoneración.

Sin lugar a dudas el Gremio cafetero ejemplo de asociatividad en el pasado, debe ser rediseñado y acoplado a las necesidades actuales. Pero antes de hacer eso debe enjuiciarse fiscalmente a quienes dilapidaron sus riquezas, a quienes vivieron parasitariamente de sus mieles en las múltiples bonanzas y en los abundantes tiempos de oro, a quienes con su incompetencia le hicieron perder mercado al café respecto al té y a quienes se adueñaron de un bien publico como la marca Juan Valdez y la explotan para beneficio privado. A todos ellos se les debe llamar a cuentas.

La comercialización del café sin valor agregado, es un camino directo al abismo, el mismo que hoy se padece. Siempre he comparado al café con el vino. Su sabor y calidad depende de las condiciones especiales que lo acompañen: el suelo, el clima, el trato y la inteligencia que le aplique el labriego, el agricultor y el transformador, obviamente como las cosas mágicas también depende también del azar y algo más. ¿Que sería de la industria del vino si los Italianos, Franceses y Españoles antes, y los Chilenos, Californianos y Australianos hoy, se hubiesen dedicado a vender las uvas a granel como comodities a especuladores, transnacionales o comerciantes ingleses? … ¿Que sería de sus campiñas? ¿Que serían de sus viñedos? ¿Que serían de sus agricultores? ¿Qué sería de sus regiones?... Los empresarios y las empresas de vino son un ejemplo vivo para los cafeteros de Colombia. Las empresas cafeteras podrían ser tan o más frondosas y rentables que las de vino, si el valor agregado, el emprendimiento y la sana lógica de no enajenar la materia prima, hubiera sino la que imperara en la política cafetera de la Colombia del siglo pasado. Pero nuestros “padres de la patria” la mayoría burócratas de la Federación de Cafeteros en forma directa o indirecta, se dedicaron a vender nuestra riqueza en costales de fique de acuerdo a un pacto internacional con beneficios altamente dudosos; o se dedicaron a reducir la oferta como estrategia para hacer subir los precios cuando se salieron del pacto del café, entregándole el mercado de las bebidas especiales en bandeja de oro al té, el cual hoy ya le lleva amplia ventaja en valor agregado; o se dedicaron a vegetar más que los cafetos y a pasar el tiempo adormilados esperando una nevada en Brasil, eso cuando no se les ocurrían ideas “brillantes” y otras estrategias desastrosas que tienen a la industria cafetera en la pobreza actual.

La asistencia técnica dada en el pasado por los empleados de la Federación y los investigadores agrícolas; sin duda dieron sus frutos en las zonas rurales, le prestaron servicios sociales a los campesinos y a los agricultores. Esa etapa ya tiene grandes logros, se debe mejorar, pero sin abandonar su esencia del pasado. Eso si, debe tener desde adentro, un sacudón tecnológico grande, sobre todo recuperando variedades como la Pajarito, la cual nos hizo ganar el primer puesto como el Café más suave del Mundo!!! y hoy es tan escasa como un cafetero rico. Además, y principalmente, en forma urgente deben nuestros técnicos abrir la mente hacia el Café Ecológico u Orgánico, lo cual nos complementaría la competitividad ganada y armonizaría con la pujante industria del Turismo y con nuestra gran biodiversidad. Con Café Ecológico Colombiano evitaríamos que países sin tradición cafetera, como lo es por ejemplo México, nos superen, teniendo hoy en día una mayor producción de Café Ecológico a la de nosotros. Los técnicos que vienen con el paquete de insumos químicos impreso en su “disco duro” deben ser reemplazados o deben renovarse ellos mismos hacia la nueva realidad del mercado mundial. Es necesario advertir, eso si, que lo ecológico no se puede convertir en otro negociado más que engorde la burocracia y adelgace al productor. Por otro lado la asistencia técnica de hoy se requiere redireccionar hacia el valor agregado, hacia la producción de café transformado, listo para que el consumidor lo disfrute. Se debe acompañar al productor no solo en la producción agrícola sino también en la necesaria transformación, para alcanzar una identidad e individualización de cada finca, lo cual permitirá multiplicar por cientos o miles las ricas variedades que ya tenemos. Con una asistencia agroecológica y agrícola-empresarial recobraría fuerza la Federación y sus pecados del pasado quedaría expiados.

Atentamente;

JUAN CARLOS ARBELAEZ LEON